domingo, 31 de julio de 2016

Si caminamos doce pasos (Sara Roque)

"Me propuso que tuviéramos un hijo cuando volviéramos a encontrarnos. Quería llamarle Silvestre. Sin fecha de inicio ni caducidad, decidimos jugar al destino.
--¿Y si fuera mujer? --Pregunté-- ¿Podríamos llamarle "Lucía"?
Dijo que no. Ya tendríamos tiempo para pensar en nombres. Mientras, el juego era sólo fluir, juntos, adonde fuera que pudiéramos llegar, contra lo que fuera que pudiéramos estrellarnos."
A través de doce capítulos de vértigo, uno más rápido que el anterior, más fuerte, más directo, Roque nos lleva a un viaje hacia el centro del camino de dos. ¿Qué pasa cuando se parte? ¿Qué si vuelve a unirse? Como agua, la corriente narrativa de este libro lleva consigo al lector para ilustrar qué pasa cuando el tiempo no pasa, y todo fluye entre dos que se aman, que se saben amados.
"Tarde o temprano sanará, pensé, incluso antes de que existiera la herida. Sanará si tiene que sanar, o durará si tiene que durar. No sé. No importa. Este es el único momento, esta vez. Soltar consiste en dejar ir un momento presente, no quiere decir abandonar el recuerdo."


viernes, 29 de julio de 2016

Una estación antes del sur (Meirav Wallenstein)

"La flor estaba ahí, al alcance de la vista y en el límite de lo posible: bajar de ese tren una estación antes del destino."
Una pareja comparte una expectativa que parte en dos al destino. Momentos antes de subirse al tren que los llevará al campo de Treblinka, deciden decirse adiós a pesar de que el viaje los llevará juntos.
El amor de dos que se saben muertos cobra sentido a partir de un pequeño detalle que les recuerda que la belleza va más allá de la vida. Con un simbolismo vertiginoso, Wallenstein dibuja una de tantas historias rotas por la Segunda Guerra mundial. Y así, a través de este último alcance de la belleza, nos hace recordar que la memoria también es vida, siempre que haya alguien a quien recordar.
"Llevaba ese vestido de flores que alcanzó a tomar como último objeto festivo antes de partir. Se paró frente a la rosa y la respiró hacia el corazón. Para recordar. Para festejar eso en que está por convertirse la memoria".

lunes, 25 de julio de 2016

El cártel del amor (Sebastián Elé)

"El hambre construye maestros, pero la gula construye expertos. [...] Fue la gula. Ni la necesidad ni el hambre: fue la gula la que lo llevó a proteger amigos muy cabrones. Sobre todo, fue lo fácil que se veía. Lo poco que tendría que decidir y lo mucho que tendría para comer."
Benito el "Chico" Ramírez es un matón sin piedad. No es que siempre haya sido así, pero las circunstancias moldean el carácter, tanto como el carácter (al menos el de quienes lo tienen) moldea las circunstancias, en una espiral que puede ir para arriba o para abajo. Pero Benito no sabe de espirales, ni de direcciones: en la inercia de su constante hambre, se encuentra con un secuestro repentino que lo llevará a una potencial reconstrucción. En "El cártel del amor", Sebastián Elé decodifica una utopía de tiempo actual. Violencia, amor y reivindicación al rededor de un personaje entrañable, y el dibujo más realista de la forma en que podría latir el corazón de la mafia en México, si tuviera.
"Benito volteó justo cuando Dinora se dio por vencida. Había terminado el programa. Por primera vez, estaba agradecido. Amaba a alguien que lo amaba. Pero no se esperó. Estaba contento, y quiso salir, aunque cojeando, a transmitir el mensaje del cártel del amor.
O lo que fuera que hubiera entendido".

domingo, 24 de julio de 2016

Fango revuelto (Lázaro Ochoa)

"Pasó, así, un año, y llegué a una conclusión que no compartí con nadie. Estaba igual de feliz o infeliz que hacía una vuelta al Sol; no era posible calcularlo, pero así me sentía. Me di cuenta de que, de haber estado en la posición en la que estuve entonces, sufriría por algo más. Mis motivos para estar bien o mal eran distintos, pero mi bienestar y malestar eran los mismos. De haber tenido trabajo entonces, me habría quejado por no tener algo más (no sé qué), así como disfruté de algunas otras cosas que ahora me faltaban. Ahora me quejaba igual que entonces, y disfrutaba igual que entonces, pero colocado en una posición muy diferente. Concluí, pues, que la vida es una ecuación de suma cero, que no es posible limpiarse el fango de la cara sin ensuciarse las manos".
Cuando el alma se ensucia nadie lo ve, pero cualquiera pueden sentirlo. A través de un viaje con un año de duración, el protagonista de esta historia que llega directo al corazón de quien en algún momento se ha perdido encontrando, narra la "limpieza" a la que se ve sometido cuando intenta escapar de su propia sombra, transfiriendo el peso de una pierna a la otra, caminando, avanzando...
"Guardé, por fin, silencio. Me maravillé como quien mira por vez primera el mar. Había llegado el momento de aprender a escuchar".

Aunque te cueste las alas, aprenderás a volar (Danilo Valencia)

"Sería injusto decir que Félix estaba obsesionado con el tiempo. Pero la vida difícilmente es justa: Félix estaba obsesionado con el tiempo. Llevaba poco más de un mes pensando diario en la posibilidad de regresar. Soñaba que lo lograba. Veía películas en donde era posible. Leía sobre agujeros negros y viajes interestelares. De pronto, mientras mordía una hamburguesa doble con queso y tocino, se dio cuenta: nunca lo lograría. El viaje sería, era y fue siempre hacia adelante, desde hacía quién sabe cuánto. Tal vez desde siempre. Y así, si llevara viajando en el tiempo desde un punto sin referentes, tal vez en algún momento regresaría, sólo hacía falta esperar. Pensó en un círculo. Mordió otra vez y pensó en otra cosa".
Félix, de cuarenta años, se encuentra de espaldas con una obsesión que no cambiará nada, ni a él ni al mundo: regresar en el tiempo. Sin nada que perder --nunca ha ganado nada, tampoco--, el protagonista de esta historia se encuentra en el camino de un azar lleno de causas ajenas a su comprensión, hasta que un día decide darle una ruta distinta a su destino, sin éxito. Esta historia circular, sin principio ni final, ilustra el sinsentido de la vida vivida por inercia, llevada al colmo del absurdo por quien quiere aprender a ser diferente, un poco demasiado temprano, un poco demasiado tarde.
"Quizás mi destino sea este --pensó Félix--: encontrarme de espaldas con mi destino una y mil veces, al caminar o dejar de hacerlo, y no poder (no querer) hacer nada para cambiar este viaje en círculos que bien podría ser una espiral".

sábado, 23 de julio de 2016

Empapada en aire (Mariana Ríos)

"Si la ubicación hubiera sido la misma, jamás nos habríamos encontrado. Pero cambiamos de lugar, y nos volvimos a ver".
Este libro habla de la soledad en pareja. De nidos vacíos. De comienzos esperanzadores. De vidas paralelas y perpendiculares: búsquedas y encuentros en cinco historias que se entrecruzan para dar cuenta de la forma en que la vida en pareja puede vivirse en distintas etapas de la vida.
"Y cuando me vaya, de nuevo. O cuando te vayas. Cuando nos vayamos, pues; cuando ya no estemos juntos, otra vez, me acordaré de ti, Fernando. ¿Qué son diez años? ¿Cuánto una vida?"